lunes, 27 de julio de 2009

Una lectura de país desde la Universidad de los Andes...

Ha llegado a mi correo una página maravillosa, La silla vacía, de la Universidad de los Andes. Bueno, ya que el acceso a tan alta casa de estudios por sus encumbrados costos, son imposibles para estratos cuatro, tres, dos, uno, cero… -cómo sufren los del cinco, los del cuatro deberán hipotecar hasta los sueños de por lo menos una generación, la de los padres que se empeñen…, ya que sus dinámicas pedagógicas sacan a la luz parte de sus miradas y debates sobre las realidades de estudio, locales, regionales, globales y gracias a la democratización, que nos viene de perlas por acá en los mapas nocturnos, en la lucha global de los medios por atraer consumidores, gracias a este nuevo puerto de entrada a miles de saberes, los blogs, los invito a darse una vuelta: 1. El debate que se da en el blog desde un análisis que se presenta abierta a la opinión, lección pedagógica; 2. Los temas que abordan, sus análisis, las opiniones y la calidad de sus analistas, aporte a las lecturas de contexto y realidad-¿redunda?; 3. No todo es diferencia, miren lo que en él encontré: un homenaje a Jaime Garzón al cual estamos sumando…:http://www.lasillavacia.com/labutaca#barralibre

“…un homenaje para tu ausencia, lo llenas todo con tu presencia…”, “…si se calla el cantor, calla la vida, porque la vida misma es todo un canto…”, “hay hombres que luchan un día y son buenos, hay otros que luchan muchos años y son mejores, hay quienes luchan toda la vida, esos son los imprescindibles…”, por ello Jaime Garzón vive… ¡presente, presente, presente!, coreará John Lennin…

En una entrevista, que está en este sitio, a Jaime Garzón se le pregunta sobre verdad, humor, política y periodismo, en una de sus respuesta plantea que: - “Woody Allen dice que si uno dice la verdad y no hace reír lo matan, si uno dice la verdad y hace reír entra más suave…” Discúlpenme que intente colocar hoy la respuesta a esta pregunta en sus labios: - “… si uno dice la verdad y no hace reír, lo matan, si uno dice la verdad y hace reír, ¿…,….?, también lo matan…”

domingo, 26 de julio de 2009

Una oración para este día...

Debo determinar en un documento de 15 páginas el contexto colombiano entre 1960 al 2009 y en él reconocer las políticas educativas, esto, para la tesis de la “Maestría Conflicto, territorio y cultura”…

Me robo un instante, antes de seguir en esa tarea, también a la de la revisión de 80 mapas conceptuales sobre la Literatura Universal que mis estudiantes de once dos y once tres me han enviado a mi correo usando la herramienta de cmaps tools, luego será revisar la propuesta de guión y su música para el montaje de “El canto del chiquirín” en el empeño con el segundo semestre del Ciclo de Formación Complementaria, debo llevar el listado de revistas elaboradas por los estudiantes, todos ya egresados, en el cuarto semestre en sus prácticas rurales con los niños de muchas veredas, desde las promociones, 2002 a la 2008, si no lo hago desaparecen este proyecto para la práctica rural 2009, debo definir criterios para mejorar las historias orales de maestros en el taller de narración oral que Alvaro Gasca le ofrece a los estudiantes del semestre dos que están en el ciclo y que vienen de colegios académicos…

Me robo un instante para compartir el texto que un apreciado amigo me comparte en esta mañana de domingo vía e’mail (a la carrera lo leo a las dos de la tarde y escribo estas líneas)

Antes del mismo, a manera de contexto comento que hay un tema, que con mi amigo hemos tratado en varias ocasiones y que deseo conversar aquí más adelante y despacio, el de la lectura, el de su concepto si tenemos en cuenta la que hacemos desde cada uno de los cinco sentidos, el de las imágenes que elaboramos desde las percepciones que nos ofrecen cada uno de ellos, el de su lugar en la escuela, en sus pedagogías, en los horizontes de formación y ser que desde ellas se conforman… todo lo anterior para hacer a los niños productores de textos desde y para cualquiera de los sentidos (pintores-escultores, músicos, chefs-catadores, perfumistas, teatreros, los acariciadores (¿dónde y qué discursos-textos se producen desde el tacto?), todos ellos, poetas: (fragmento)…

“La filosofía analítica de la Edad Moderna, al relacionar el pensamiento con la palabra, despreció la vista como algo sentimental e infantil. En Venecia lo que me despierta la impresión de haber vuelto a la infancia no es sólo el parecido que establezco con el Estambul de mi niñez; vivir de nuevo de manera absoluta los placeres de mirar, de ver, de contemplar, es algo que también me recuerda mi infancia.

De niño a veces me aburrían tanto algunas clases en la escuela primaria y secundaria que no me bastaba con mirar por la ventana a las nubes de fuera, así que fantaseaba con que la clase se inundaba y pasaban barcos y botes por entre los bancos de los estudiantes y la tarima del profesor. La emoción que, con una especie de embriaguez, nos recorre a Gautier y a quienes son como yo al pasear por las calles de Venecia durante horas mirando los edificios, los puentes y los muros agrietados, debe de ser el resultado de encontrarnos con una fantasía de la infancia ya lejana lejos del aburrimiento de la vida moderna.”

Traducción de Rafael Carpintero. Ver como un niño es el segundo de los cuatro relatos que Orhan Pamuk ha escrito para EL PAÍS.

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