No era sólo en el apellido, siempre la infancia estaba en él; con la palabra, un pretexto para hacer aparecer globos y otros sueños de colores, siempre convocaba a jugar...
A su alma de niño,
siempre niño,
siempre niño
a él
este corazón mío
Jairo Aníbal... niño...
Cuan fácil fue que me acercara a Margarita a pedirle que